Tratamiento de Adicciones

Para algunos de estos pacientes, la abstinencia total es algo impensable, así que lo que trabajaremos será el control del consumo, la reconstrucción y establecimiento de vínculos sociales sanos, estableceremos cuidados básicos de salud, tanto mental y física como espiritual, intentaremos instaurar nuevos hobbies o pasatiempos… Todo aquello que amplifique, de alguna forma, su mundo, para que el consumo de la substancia adictiva deje de ser un tema central en su vida.

Para aquellos pacientes que se sientan preparados para dar el paso hacia la abstinencia, trabajaremos las motivaciones para el cambio, prepararemos el terreno para un posible síndrome de abstinencia, reforzaremos los vínculos sociales que puedan ser de ayuda en este proceso y daremos las herramientas necesarias para que se dé el paso y se mantenga en él.

*En esta fase realizo también coaching para las familias o parejas que vayan a acompañar a mi paciente en el proceso.

«Dar el primer paso tal vez no te lleve a donde quieres llegar, pero seguro te saca de donde estás»

Suele tratarse de pacientes con altos niveles de activación simpática, mucha energía y malestar en el cuerpo y poca capacidad de contención. Con ell@s trabajo el control de impulsos, cómo manejar la rabia, control de pensamientos intrusivos, técnicas de meditación y relajación, restablecimiento de hábitos y horarios saludables…

Todo aquello que pueda ayudarles a superar esta fase difícil y lograr que recuerden lo que es sentirse bien en su piel sin necesitar comsumir.

«El pasado no puede ser modificado, pero sí podemos modificar su efecto sobre el presente»

En estos pacientes, el sistema nervioso suele estar ya algo más calmado y suele haber capacidad en sus sistemas para empezar a trabajar algo más en profundidad.

Sin dejar de lado la singularidad de la drogadicción, trabajaremos todos los otros aspectos que necesitan ser atendidos: el perdón y la aceptación propios, la auto-imagen y la auto-estima, la manera de relacionarse con los otros, las relaciones familiares y de pareja, la historia personal…

«Antes de curar a alguien, pregúntale si está dispuesto a renunciar a las cosas que le enfermaron» Sócrates

Esta es la fase en la que la abstinencia se estabiliza y el cuerpo y la mente del paciente integran un funcionamiento cotidiano sin el consumo de la substancia adictiva. Esta fase es a la que aspiran la mayoría de los que son adictos a sustancias, pero sin embargo, llegar a esta fase no garantiza una victoria contra la adicción si no se desarrollan las cualidades necesarias para llevar “una buena vida”, para resistir a la tentación y para afrontar los otros retos que se nos presenten.

En esta fase se siguen trabajando (o se trabajan si se trata de nuevos pacientes) los aspectos de sus vidas que necesitan atención. Se pone especial importancia en la prevención de recaídas, el refuerzo de vínculos sociales y actividades sanos, la autoestima y el sentido de superación personal.

En realidad, llegados a este punto, la terapia con adictos no difiere mucho de la terapia con pacientes que no presentan esta problemática: todos tenemos cosas que trabajar y mejorar en nosotros mismos y en nuestra vida, y todos tenemos también flaquezas a las que recurrimos cuando necesitamos consuelo y vías escapatorias que utilizamos cuando una situación se vuelve insostenible… En adicciones tenemos la ventaja de saber muy bien cuáles son esas flaquezas y esas vías escapatorias, con lo cual un buen resultado es más que posible.

«Muchas veces, la adicción es tan solo un síntoma de un trauma más profundo»